En la tortería
Hay veces, por lo regular los viernes, que mis compañeros del trabajo quieren salir de los habituales comedores para probar algo diferente. Un día de esos fuimos a una tortería que está cerca; lo primero que hicimos fue ver el menú, torta Tyson, Cubana, Marciana, Petrolera, y muchos más nombres raros, pedimos cada quien lo que nos íbamos a comer, yo pedí una Marciana, porque llamó mi atención el nombre y además se leía buena, lleva salchicha, pierna, chorizo, quesillo y milanesa, además ¡cuesta 25 pesos!
Al lado de nosotros estaban personas de otra empresa que fueron juntas a comer y cuando se empezaron a retirar le dejaron el dinero a una señora para que ella pagara, se quedó muy tranquila platicando con una amiga; yo estaba muy cerca de ellas.
Cuando ya se iban, le pidió a la mesera que le diera la cuenta, ella empezó a preguntarle lo que se habían comido y tachaba en su lista.
-¿Cuatro tacos de bistek?
-Sí.
-Una Cubana.
-Sí.
-Una Suiza.
-Sí.
-Una Petrolera
-Sí. ¿Cuánto es?
Entonces la mesera se le quedó mirando dubitativa y le preguntó:
-¿Y la Marciana?
La señora lo pensó un momento, le pasó el brazo amigablemente por la espalda a su compañera y dijo:
-Ella ya comió. Gracias por preguntar.
Los que estábamos cerca nos reímos con ganas.
En realidad la Marciana ya la habían pagado antes. Así que debía estar fuera de esa lista.
0 comentarios