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Crónicas de Ansina: El recibimiento pandémico

Crónicas de Ansina: El recibimiento pandémico

Guenos días tengan sus mercedes.

Primero que nada, quero presentarme, me llamo Ansina, vengo llegandito a la capital, son los primeros días de abril de 2009 y mi dieron permiso de usar este conducto pa’blar con astedes.

Me dijieron que esto es un conducto, anque yo, por lo regular, puedo asomarme por los conductos, ¡pero en fin!

Mi compadre Filemón me dijo que nos vinieranos pa’l Defe, que porque acá es un lugar de rete re hartas oportunidades, ¡y sí cierto! porque nomás llegandito y conseguinos chamba acá en La Mercé, que es un mercado inorme, inmenso, y rete bonito y olorosito, nomás que apenas llevábanos dos días de llegados y que nos cai la enfermedá ésa de la injluenza; ¿y qué creen? pus que’l patrón nos despide luego luego, que porque tiníamos cara de que nos podía dar el virus ése, ¿Por qué? le dije, por su carota de indios, mi dijo, y yo dije, pues creo que es más fácil que se le pegue a usté por mugroso que a mi por indio, pero de todas jormas nos corrió.

 A mi sí me da reti’arto miedo esto que luego sacan en los pedrióricos, porque, fíjese asté, hace unos años que nos cai el Chupacabras en el pueblo, que se chupa hartas vacas y que embaraza a Julieta, la hija de doña Lety, y pus que le sale el chamaco con ojos azules, y pus desde ahí, sempre, en el pueblo, hemos sabido que la gente que tene los ojos azules es maligno pariente del Chupacabras. ¡Ah!, y luego que sube el dólar al doble de precio. ¡Cosa del diablo! Sí siñor.

Como aquí en el Defe todo es más de gente rica, pus luego luego nos hicinos de una tele, gracias al señor de Elektra que es re guena gente y nos deja ver las noticias antes de cerrar la tienda, ahí, sentaditos en el pasillo sin estorbar a las pirsonas, ¡Y en la telezota de…! …de… de… ¿De qué, compadre?... ¡Ah, sí! De plasma.

Mi comapadre ‘bia conseguido un cuarto en una casotota del centro de la cuidá, y pus ‘ora ‘tamos encerrados comiendo puras latas de frijoles, sí, latas, porque Filemón se come los frijoles, pero no importa, porque estoy jeliz en la “cúspide del universo cosmopolita” (así dice que se dice mi compadre) y ‘ora nomás ‘tamos esperando a que se termine la enfermedá, a ver si no se nos terminan primero los cincuenta pesos que tenemos.

Lo gueno de todo esto, dice mi compadre (¡es rete inteligente Filemón!) es que México pronto va a ser un país políticamente importante, porque ahora semos un país con mucha injluenzia.

 

 

 

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